sábado, 3 de marzo de 2012

¿Corresponde «restituirle» los bienes a los pobres?

Según el Socialismo, corresponde que a los pobres se les «restituyan» los bienes que merecen.

No me extrañaría que la siguiente anécdota haya sido traducida a varios idiomas porque tiene un fuerte contenido moral... para quienes detentan ciertos puntos de vista.

Copio y pego de (1):

Cuentan que al cantante argentino Jorge Cafrune (1937-1978), le presentaron una condesa que —según quien los presentó—, acababa de donar unos terrenos de la familia al gobierno de Sevilla, para construir un gran parque.

Fue entonces cuando el «turco» Cafrune, preguntó: «¿donó o devolvió?».

Efectivamente, la propiedad privada instintivamente está flechada: todos tenemos un fanatismo territorial («donde estoy parado, es mío») que coexiste con una fuerte dificultad para entender que los demás también tienen un derecho igual.

Cuando nos organizamos en grandes colectivos, será relativamente fácil ponernos de acuerdo para legalizar el criterio de Robin Hood (robarle a los ricos para repartir entre los pobres).

Como corresponde a nuestra especie sólo podemos esperar que nunca sean repartidos los bienes que los repartidores consideran propios. Como regla (con excepciones) los repartidores sólo repartirán bienes ajenos.

Los únicos que podrían reaccionar airados son aquellos que padecerán alguna expropiación, pero como ya sabemos que el ser humano se niega a repartir lo propio, sabremos comprender (y descalificar) las protestas de los expropiados.

El Socialismo (que propone, junto con el Cristianismo, el reparto compulsivo de las concentraciones de riqueza) utilizan un verbo que yo calificaría de imbatible, de gran poder comunicador y bajísima agresividad explícita: me refiero a «restituir», que la Real Academia Española  define así:

1. Volver algo a quien lo tenía antes.
2. Restablecer o poner algo en el estado que antes tenía.
3. Dicho de una persona: Volver al lugar de donde había salido.

En suma: Según Cafrune, la condesa «restituyó» los terrenos.

(1) Una discreta forma de comprar amor

(Este es el Artículo Nº 127)
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