¿Cuál es el modelo de belleza? Nuestro
cerebro, ¿qué formas, proporciones y colores encuentra más hermosos?
Parecería ser que lo más bello para nuestro
cerebro es el cuerpo del ser humano.
Esta aseveración tendría un fundamento
importante: narcisísticamente nuestro cerebro percibe que nada es más bello que
nuestra especie.
Parecería ser que de los cuerpos humanos, el
femenino es más bello que el del varón.
Esta aseveración tendría un fundamento
importante: la mujer es más hermosa que el hombre simplemente porque nacimos de
una mujer y fue ella la que nos enseñó sobre el erotismo dándonos de comer
(¡con su cuerpo!), nos higienizaba, abrigaba, acunaba.
Hasta acá una mayoría de ustedes podría
acompañarme porque tradicionalmente se ha dicho que la mujer es hermosa
mientras que el hombre es más atractivo si es varonil, lo cual implica decir
que debería ser poco femenino, lo cual implica decir que debería ser feo.
Lo que deseo comentarles es que quizá existe
en los humanos un modelo de perfección que se volvió inconsciente porque es
inconfesable.
Este modelo es el de una mujer dotada de un
pene erecto con los respectivos testículos.
Lo repito: la belleza ideal para la mente humana
podría representarse por una mujer dotada de los genitales masculinos en estado
de erección.
Esta propuesta surge de una forma de deducir
que funciona en otras áreas menos irritantes de nuestra sensibilidad.
Efectivamente, podemos pensar que el arte
escultórico, pictórico y arquitectónico recurre a formas alargadas y rígidas
(pene erecto) para gratificar nuestras apetencias estéticas y no recurre a
formas que pudieran evocar a una vagina (hueco, caverna, vacío).
En suma: Quizá debamos reprimirlo, ignorarlo, descalificarlo, pero nuestro
modelo de belleza es un hermafrodita excitado.
(Este es el
Artículo Nº 1.554)
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