Los varones que confundan «tareas
productivas» con «tareas re-productivas», evitarían aquéllas para no sentirse
afeminados.
Las palabras proyectil, proyector y proyecto
aluden claramente a algo que se está tirando
hacia adelante, en el espacio o en el tiempo.
Me interesa compartir una interpretación de la
palabra «proyecto», especialmente referido al «proyecto de vida laboral».
Como desde mi punto de vista los seres humanos
podremos dedicarnos a millones de cosas pero siempre tendremos como objetivo
más importante conservar nuestra vida y conservar la especie, entonces debemos
concluir que las acciones más importantes son las que refieren a esa «única misión» (1).
Por este
motivo considero que en nuestro nivel más profundo, tenemos que pensar que la
gestación de un niño es el modelo esencial de cualquier proyecto.
En otras
palabras, nuestra mente está diseñada para realizar miles de cosas parecidas a
la gestación y parto. Como dije en otro artículo (2), nuestra mente funciona
haciendo metáforas, como por ejemplo, crear un poema, una escultura o una
máquina, son formas metafóricas de gestar un niño.
De hecho,
el nacimiento de un niño es la culminación de un proyecto: la incorporación de
un nuevo ejemplar de la especie a la sociedad. El propio parto es una forma de expulsar
geográficamente: El niño pasa de estar en el útero a estar en el regazo
materno; el niño se desplazó como un «proyectil».
En otro
artículo ya mencionado más arriba por otro motivo (2), les comentaba que los
varones pueden asociar inconscientemente las ideas de «dinero» y de «pene»,
sobre todo porque con el dinero pueden patrocinarse fenómeno «productivos» y
con el «pene» pueden lograrse fenómenos «re-productivos».
Ahora les
comento algo distinto: el inconsciente de algunos varones podría incapacitarlos
para tareas «productivas» porque, de realizarlas, se sentirían
«re-productivos», es decir, afeminados.
(Este es el
Artículo Nº 1.575)
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