miércoles, 3 de octubre de 2012

Necesitamos más de lo necesario



   
Nuestra cultura está diseñada como para que tengamos que exagerar nuestra heterosexualidad y nuestra productividad. «Necesitamos» más de lo necesario.

En el video de otro artículo (1) les decía que los humanos somos mínimamente heterosexuales, lo suficiente como para fecundarnos, pero que el resto de nuestros rasgos, muy viriles o muy femeninos, son puras exageraciones provocadas por el rechazo furibundo (homofobia) al que la humanidad tuvo que recurrir porque reproducirnos estuvo siendo algo imprescindible durante siglos pues nuestra especie corrió el riesgo de desaparecer.

En otras palabras, si nuestra heterosexualidad tuviera un valor diez, podría decirse que en forma natural, espontánea, real, somos 1 heterosexuales mientras que los 9 restantes son exageraciones neuróticas, impostadas al solo efecto de no ser maltratados por quienes consideran que los humanos que no se reproducen son poco menos que traidores de la especie, en tanto ni siquiera son capaces de gestar un hijo que ocupe su lugar cuando llegue a viejo y muera.

En la antigüedad, cuando temíamos que en cualquier epidemia o guerra mundial podíamos extinguirnos, cada matrimonio debía tener por lo menos dos hijos, y si eran un varón y una niña mejor, para que al morir los padres, la población mundial no se resintiera.

En suma 1: somos un poco heterosexuales pero aparentamos ser muy heterosexuales porque la sociedad necesita que demos señales muy claras en ese aspecto.

Esta exageración impuesta por la cultura, también podemos encontrarla en el ámbito económico.

Efectivamente, todos podríamos vivir con muy pocos recursos pero sin embargo, en nuestra cultura capitalista (con o sin matices socialistas), estamos convencidos de que tenemos que trabajar diez o veinte veces más tiempo de lo que sería necesario para atender ese mínimo imprescindible.

En suma 2: Así como exageramos nuestra heterosexualidad, exageramos nuestra productividad. Neuróticamente, «necesitamos» más de lo necesario.

 
(Este es el Artículo Nº 1.669)

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