El sexo femenino está menos favorecido que el masculino,
sin embargo ellas se jactan de soportar la desventaja.
La expresión popular «El pez por la boca muere» se usa
habitualmente para señalar esas acciones en las que alguien salió perjudicado
porque habló de más.
El sexo más
importante, y más hermoso, creo que se equivoca cuando se ufana de ser el único
capaz de hacer más de una cosa a la vez.
Esta
fanfarronería, que suele oírsele a las mujeres cuando quieren dejar constancia
de cuán superiores son a los varones porque solo hacemos una cosa por vez,
indirectamente las expone a que hasta el menos vivaz del auditorio le pida
burlonamente alguna demostración sobrecargándola de tareas o responsabilidades.
No sería
necesario hacer una encuesta para saber que una mayoría piensa:
— que los
pobres viven peor que los ricos;
— que los
pobres son explotados por los ricos; o
— que los
más débiles son abusados por los poderosos.
Si
observamos cómo están integradas las clases socio-económicas menos favorecidas,
encontraremos mayoría de mujeres, de niños y de adolescentes;
Si
observamos las remuneraciones de los trabajadores y las trabajadoras,
observaremos que ellos ganan más que ellas;
Si
observamos las características físicas de los menos favorecidos, no por
casualidad encontraremos que son los más débiles.
A estas
consideraciones debo agregar que el sexo femenino es el más involucrado en la
única misión que tenemos los humanos, que es reproducirnos (conservar la
especie) (1).
En el caso
de que esta descripción fuera correcta, me pregunto si las mujeres son tontas o
los varones estamos equivocados.
No parece
inteligente jactarse de una habilidad (hacer varias cosas a la vez)
precisamente desde el sector de la especie que está notoriamente menos
favorecido. Es como si los pobres se jactaran de tener menos necesidades que
los ricos.
(Este es el
Artículo Nº 1.569)
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