sábado, 6 de abril de 2013

Marketing directo entre hombres y mujeres



 
La relación natural entre varones y mujeres en plan reproductivo es el modelo que copian las técnicas de comercialización («marketing directo»).

Por «marketing directo» se entiende toda aproximación personalizada, (por teléfono, Internet, correo), con la intención de ofrecer algo. Se diferencia de la publicidad en que esta no está dirigida a nadie en particular.

La relación entre varones y mujeres es el modelo de estas técnicas de venta. La Naturaleza nos ha dotado de ciertas actitudes, gustos, necesidades y deseos para que finalmente, los animales en general y los humanos en particular, conservemos nuestras especies fecundándonos.

Como he mencionado en otros artículos (1), en los mamíferos es la hembra la que entra en celo, convocando aromáticamente a los machos que podrán fecundarla. Entre los humanos, son ellas las que seducen a los varones aptos para embarazarlas.

Desde el punto de vista del marketing, ellas son las compradoras y ellos son los vendedores porque se ofrecen de todas las formas posibles para que ellas los elijan como padres de los hijos que procuran gestar.

Lo que hacen las mujeres no es ofrecerse sino demostrar que tienen poder adquisitivo, riqueza, disponibilidad económica que, en otros términos equivale a decir que disponen de las hormonas suficientes como para necesitar un varón que las fecunde.

El «marketing directo» elige a los potenciales clientes que se caracterizan por haber demostrado actitud compradora de ciertos bienes y servicios. Por ejemplo, si alguien compró un televisor quizá quiera comprar amplificadores y parlantes; quien tiene muchos años de edad, quizá quiera comprar una parcela en un cementerio; quien acaba de contraer matrimonio quizá quiera comprar pañales desechables.

Los varones «en venta», (porque desearían ser padres), se ofrecen a las mujeres que parecen «potenciales compradoras», (que desearían ser madres), porque estas se muestran eróticas, sensuales, sexys, coquetas, inquietas, perfumadas.

       
(Este es el Artículo Nº 1.844)

No hay comentarios: