domingo, 23 de mayo de 2010

Monumento al antidepresivo

Hoy continúo con la idea propuesta en el artículo titulado Coitoterapia.

Como he comentado varias veces, la única misión que tenemos los humanos y las demás especies es cumplir la organización que impone la naturaleza (lo cual equivale a decir que nadie posee una misión).

Si un gran número de hombres y mujeres creen en el poder mágico del pene, entonces podemos pensar que muchas mujeres (inconscientemente) se muestran o están deprimidas (desinfladas) para atraer a los varones que se creen fornicadores terapéuticos porque con su penetración podrán restablecer la presión interior que a ellas les falta.

Hasta donde sé, la depresión está provocada por una disfunción cerebral pero es oportuno recordar lo que se denomina resistencia a la cura.

Como primera conclusión de este artículo podría decir que las mujeres que padecen una disfunción cerebral que se manifiesta con depresión, podrían ver demorado su restablecimiento (mediante psicofármacos y/o psicoanálisis) porque inconscientemente observan que su enfermedad atrae a los varones que se imaginan con un pene mágicamente antidepresivo.

La propia naturaleza es la encargada de generar esta resistencia a la cura dado que Ella propicia la fecundación para conservar la vida de cada especie.

Causó sensación cuando a finales del año 2005 decidieron ponerle el preservativo más grande del mundo (67 metros) (imagen) al obelisco de Buenos Aires, como campaña publicitaria de prevención del Sida y (quizá) para reafirmar la hipótesis de que el pene es tan importante como para hacerle un monumento disimulado en forma de obelisco.

●●●

No hay comentarios: