lunes, 3 de marzo de 2014

Lo que cambia mientras todo sigue igual

La Naturaleza, segura de que nuestra especie ya tiene suficiente cantidad de ejemplares, quizá se preocupe menos por la conservación de cada inviduo.

Para muchas personas el psicoanálisis es una técnica, arte o ciencia demasiado sexualista, pansexualista, obsesionada con la función sexual.

Tienen razón: el psicoanálisis hace un gran hincapié en la sexualidad.

El motivo es que lo único importante para cualquier especie es perpetuarse. Todos los seres vivos estamos dotados de ese impulso a conservarnos como especie.

Como puede deducirse, para poder conservarla es preciso conservar a cada ejemplar.

Aunque la psiquis humana nos impulsa a priorizarnos como individuos, ahí tenemos uno de los tantos puntos de desencuentro entre lo que cada uno desea y lo que la naturaleza nos impone.

Efectivamente, parecería ser que a la naturaleza le importa bastante poco qué nos pasa a los individuos. Lo primordial siempre es la especie. De ahí que los individuos podemos quedar expuestos a peripecias que aumentan nuestra vulnerabilidad y mortalidad.

Peor aun: ahora que ya somos siete mil millones de ejemplares y que la especie parece tener un seguro de vida por muchos años más, es probable que la naturaleza (que se expresa en cada uno con los funcionamientos orgánicos automáticos, con los instintos, con las características más animales) se despreocupe aun más de los individuos.

En otras palabras: como somos muchos valemos individualmente menos pues cada uno dispone de múltiples suplentes.

¿Cómo se manifiesta este supuesto desinterés de la naturaleza por los ejemplares individuales de nuestra especie?

1) Nos reproducimos menos;
2) Perdemos interés por las relaciones sexuales;
3) Aumenta la cantidad de personas homosexuales (que no pueden reproducirse);
4) La proporción de ancianos respecto a los jóvenes es mayor;
5) Los métodos curativos pierden interés colectivo y, por lo tanto, eficacia;
6) Aumenta las posibilidades de conflictos armados y de epidemias;
7) La solidaridad pierde fuerza;
8) Se incrementan los casos de depresión;
9) El trato entre los individuos es más intolerante o indiferente;
10) El consumo de sustancias que nos apartan de la realidad, es mayor;
11) Las religiones disminuyen la cantidad de fieles;
12) Los entretenimientos solitarios ganan adeptos;
13) Se hace más difícil y costoso encontrar un espacio donde alojarse;
14) La presión económica sobre los Estados genera frecuentes crisis;
15) Las personas más vulnerables (niños, enfermos, ancianos) perecen en mayor cantidad;
16) Aumentan los delitos contra la vida;
17) Al aumentar el estrés aumentan las enfermedades psicosomáticas;
18) Aunque tenemos anatomías muy diferentes, los roles de los varones y de las mujeres cada vez se parecen más.

Los interesante es que, a lo largo de la historia, estas sensaciones siempre existieron. La única novedad es que nunca antes fuimos siete mil millones de ejemplares, mientras que el tamaño del planeta sigue siendo el mismo.

(Este es el Artículo Nº 2.140)


No hay comentarios: