Los tacos altos, además de favorecer estéticamente
el torneado de las piernas femeninas, también colabora en el cambio de estatura
oportuna que provoca un estímulo erótico para la situación: ella se excita
sintiéndose más pequeña y el también se excita sintiéndose más grande.
Sobre psicología sabemos muy
poco. Apenas tenemos algunas nociones.
Como ocurre en todas las
ciencias, artes y técnicas, tenemos la sensación de que lo sabemos todo,
precisamente porque parte de lo que ignoramos es cuánto nos falta por conocer.
Quiero compartir con usted la
tranquilidad de que las ideas más atrevidas que yo (u otros) llegue a
trasmitirles pueden ser confirmadas algún día, porque hoy solo son hipótesis
que cumplen con la única condición de ser coherentes con lo poco que se sabe.
En el video asociado a este
artículo les comento que la pareja humana (probablemente) funciona bien cuando
los participantes se comportan de cierta manera.
Esto lo vemos en todas las
otras especies de animales: el período de celo, el cortejo, la copulación, se
producen siempre de la misma manera. Los humanos pensamos que somos muy
creativos si cambiamos de postura, de lugar, de ocasión, de vestimenta, de
perfume, de pareja, pero eso nos ocurre así porque somos capaces de percibir
hasta los más pequeños detalles de todo lo que nos concierne.
Entre los humanos podemos
distinguir diferencias entre millones de ejemplares de nuestra especie, pero
tenemos dificultades para saber si un pollo recién nacido es macho o hembra.
La hipótesis que propongo en
este artículo y en este video dice que la pareja humana copula cuando la mujer
tiene hacia el varón un sentimiento de admiración que se manifiesta en la forma
de mirar, de acariciar, de susurrar. La erección del pene forma parte de un
fenómeno mayor, consistente en la inflamación orgullosa de todo el cuerpo
masculino, incluido su ego.
Agrego además que la moda de
usar zapatos con tacos altos tiene, como uno de sus fundamentos, concederle al
varón el placer de perder estatura ante él pues descalzándose se achica para
que él se sienta más alto, para que se sienta orgulloso y para que, con estos
sentimientos, la erección del pene sea poco menos que infalible.
En suma: los tacos altos,
además de favorecer estéticamente el torneado de las piernas femeninas, también
colabora en el cambio de estatura oportuna que provoca un estímulo erótico para
la situación: ella se excita sintiéndose más pequeña y el también se excita
sintiéndose más grande.
(Este es el Artículo Nº 2.214)
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