Las mujeres son monógamas cuando procuran ser fecundadas pero polígamas para practicar sexo recreativo (no reproductivo).
Hace poco les comentaba que hombres y mujeres somos tan distintos como si perteneciéramos a especies diferentes pero a varios lectores les llamó la atención que yo propusiera, como una de las tantas características que nos diferencian, que ellas son monógamas y ellos polígamos (1).
El argumento esgrimido para cuestionar mi aseveración es que tanto varones como mujeres disfrutamos por igual del cambio de pareja sexual.
Reconozco que a nadie se le va a ocurrir leerse los 1.273 artículos del blog para ver si en algún otro lado está aclarada esta presunta equivocación.
La explicación de porqué las mujeres son monógamas y los varones polígamos surge de lo siguiente:
Efectivamente en otros artículos (2) he comentado que la hembra de nuestra especie, al igual que las hembras de otros mamíferos, es la que provoca la atracción sexual de uno o más varones que según su instinto femenino poseen la mejor dotación genética para generar los mejores nuevos ejemplares.
En este sentido ella es monógama porque quiere para ella sola a uno de esos varones que si la fecunda, le gestará los hijos más lindos, sanos y robustos que ella desea poseer.
Por el contrario, el varón que es usado por la naturaleza de una forma mucho más pasiva, responde a esta condición fecundando a cuanta mujer se lo pida, insinúe o simplemente se lo tolere.
Fuera de la intención reproductiva, cuando las mujeres disfrutan practicando sexo recreativo, con actitud deportiva, hedónica, lúdica, social, estratégica, comercial, manipuladora, como entretenimiento, por curiosidad, entonces ellas usarán cualquier barrera anticonceptiva y nos disfrutarán indiscriminadamente, sin sentirse atadas al condicionamiento instintivo de tener que seleccionar al varón que posea cierta dotación genética, porque su intención reproductiva estará bloqueada.
(1) Las molestias vitales
(2) El aprecio de los proveedores
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